Sobre la seguridad de las vacunas, comentó que existen sistemas pasivos de
notificación de profesionales, usuarios e industria y sistemas activos, que
potencian la búsqueda proactiva de señales de alarma. Según las cifras que el
Dr. Hernández ofreció en su ponencia de 1953 a 2013, hubo 452 fármacos
retirados por motivos de seguridad, de los que cuatro fueron vacunas, lo que
supone un 0,82%.
El caso de la seguridad de la vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH)
también se analizó en esta mesa. El Dr. Ángel Hernández subrayó que “es la
vacuna más escrutada y vigilada de la historia de las vacunas”, debido a que ha
reunido el informe favorable de entidades públicas y privadas de más de 150
países y ha contado con la oposición de países como Japón y Dinamarca.
El experto reconoció que las controversias sobre las vacunas están en la agenda
social, motivado por resultados que no siempre son positivos, lo que causa
confusión en los profesionales y la población y merma en la confianza en las
vacunas. En este punto, alertó de la importancia que tienen los medios de
comunicación, que en ocasiones, a través de “titulares simplificadores, que
buscan llamar la atención, inducen a conclusiones erróneas, que pueden
convertirse en “conocimiento” y asentarse en la población”.
El Dr. Hernández recordó a los facultativos que desaconsejar o no promover las
vacunaciones no es acorde con la deontología médica y para la Comisión Central
de Deontología de la Organización Médica Colegial (OMC) resulta una práctica
“inadecuada y, en ocasiones, peligrosa”.
El vocal de Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría
(AEP) es partidario de potenciar una serie de propuestas para convertir las
controversias estériles y desmotivadoras en una oportunidad de avance,
sabiendo “el inmenso beneficio de las vacunas no quita para que ninguna vacuna
sea efectiva al 100%, ni todas lo sean por igual, pese a lo cual extender las
vacunas es avanzar en bienestar social”.
Por este motivo apeló a la responsabilidad en la difusión de mensajes que
cuestionen la seguridad sin una sólida base objetiva, hizo hincapié en la
potenciación de una comunicación eficaz y de fomentar la transparencia en
todas las fases del complejo proceso de las vacunaciones.
Por su parte, el Dr. Abel Novoa, médico de Atención Primaria, señaló que “frente
a medidas claramente coercitivas como la vacunación obligatoria, deberían
promoverse prioritariamente medidas informativas e incentivadoras”. Sin
embargo, “no obsta para que no debiera articularse jurídicamente un sistema
completo de medidas en nuestro ordenamiento de manera que el recurso a cada
una de ellas, atendiendo a su nivel de afectación de la libertad individual, debería
hacerse de manera proporcional, según las circunstancias que concurran en
cada caso”.