ineludible la libertad, responsabilidad y competencia imbricadas, así como las
cuestiones científicas, sociolaborales y económicas, que son inseparables”.
Por este motivo, el Dr. Rodríguez Sendín se mostró crítico con los
procedimientos innecesarios y la duplicación de pruebas y destacó que “el efecto
placebo no está justificado si tiene intención de engañar y si tiene costo”. El
presidente de la OMC también se refirió a la libertad de prescripción y subrayó
que “no consiste en escribir y elegir un nombre, sino que el médico tiene
obligación de prescribir con racionalidad, moderación y sentido económico,
puesto que es deontológicamente inaceptable la prescripción de fármacos de
precio más elevado, cuando su eficacia sea idéntica a la de otros de costo
inferior”.
En cuanto al copago, el Dr. Rodríguez Sendín señaló que “el gratis total tiende a
aumentar el uso excesivo e inapropiado, por ello, el compromiso ético del
facultativo es determinante para racionalizar en el microsistema de las
decisiones clínicas”. Es decir, “es la responsabilidad social del nuevo
profesionalismo”, aseguró.
Por su parte, el Dr. José Pastor, presidente del Colegio de Médicos de Alicante,
apuntó que la microgestión sanitaria es parte de la constatación de que los
profesionales sanitarios asignan recursos en sus decisiones, diagnósticas y
terapéuticas, realizadas en condiciones de incertidumbre en una tarea que
supone coordinar.
Asimismo, comentó que “si los médicos queremos conservar la confianza de los
pacientes y la tolerancia y el aprecio de la sociedad, la práctica clínica precisa de
una ética de la microgestión, entendida como el uso responsable de los
recursos”.
El Dr. Pastor argumentó que la gestión eficiente de los recursos debe atender a
los principios de justicia y autonomía, basados en la equidad, eficiencia, justicia
distributiva y autonomía en la microgestión. También desgranó los conflictos
existentes entre los valores de los profesionales y las normas de la organización
que “muchas veces desencadenan en el descontento, la desmotivación y la
insatisfacción del profesional”.
Para evitar estas situaciones “desde la ética de la gestión clínica se pueden
mejorar algunos de estos aspectos”, reseñó. Así, desde la gestión estratégica “se
puede potenciar la función docente e investigadora de los profesionales”,
incidiendo en que los objetivos deben formar parte del acuerdo de gestión. En
cuanto a la gestión de recursos, el enfoque debe dirigirse a “mejorar la seguridad
del paciente, puesto que liberará recursos”, señaló.
El presidente del Colegio de Médicos de Alicante recalcó que “entre lo correcto
y lo eficiente está la calidad” y remarcó que “no es posible ser ético sin ser
eficiente”. Además, recomendó que los incentivos demuestren que pueden ser
éticos y propuso “comunicar la política de incentivos a nuestros pacientes”.