Médico agredido en Cádiz: “Me sentí atacado desde el primer momento en el que el paciente entró por la puerta. Me puse nervioso, taquicárdico y tembloroso”
Con motivo del Día Europeo Contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios, que se celebra el 12 de marzo, Médicos y Pacientes recoge el testimonio anónimo (para preservar y proteger su identidad) de un médico agredido en Cádiz. Una consulta normal, un día normal, el paciente entró y el doctor fue agredido. “Me sentí atacado desde el primer momento en el que el paciente entró por la puerta. Me puse nervioso, taquicárdico y tembloroso”, señala
Tal y como asegura en su testimonio este hecho para él “fue incomprensible, me sentí atacado desde el primer momento en el que el paciente entró por la puerta, sin saber muy bien ni cómo, ni por qué, ni que podía tener contra mí”.
Lo recuerda como un hecho “muy desagradable”. “Me puse muy nervioso desde el principio. Inmediatamente lo primero que viví fue pasarlo verdaderamente mal, sentir que podría ser agredido físicamente que iba a tener un impacto físico inmediato y me puse muy nervioso, taquicárdico, tembloroso, sudoroso y con la boca seca. El resto del día no pude trabajar. Tuve que solicitar irme a casa porque no podía seguir trabajando en esas condiciones” cuenta.
A lo largo los días, tal y como explica, se fue pasando este hecho dramático poco a poco. “El tiempo te va haciendo que te adaptes, pero desde ese momento siempre tengo mucho cuidado, ahora más todavía desde que el paciente abre la puerta intento identificar a estas personas que pueden ser agresivas contra ti”.
Es por lo que este médico ha optado por “siempre estar con un escudo emocional. En mi caso fue una persona que no se si en ese momento tendría algún problema o algo, pero quiero reflejar que todos los días lo médicos sufrimos pequeñas agresiones que son amenazas veladas”.
Estas amenazas, en su opinión, vienen por “no compartir tu criterio o que tú como médico le des un consejo y no están de acuerdo con un tratamiento o con un diagnóstico, y te lo hacen ver de una forma vehemente porque ponen en tela de juicio tus conocimientos o tu interés por ayudarlos”.
“Como médico tu estas dejándolo todo por ayudar a tus pacientes y ellos en todo momento te examinan, hay amenazas veladas que vivimos todos los días” asegura. Amenazas que van seguidas de frases. “Cómo pase esto” o “Y si-…”. “Vivimos totalmente un estado de tensión que se prolonga durante toda una tarde, o una mañana, una guardia… y a lo largo de los días vas acumulando esa tensión que te van imponiendo porque te ponen en un brete”, manifiesta.
En todo este proceso, asegura estar “muy contento” con el colegio de médicos de Cádiz. “Estoy verdaderamente agradecido. Lo primero que hice el día de la agresión es llamar a mi colegio y hablar con una abogada y me apoyaron en todo el momento me dieron las pautas con lo que tenía que hacer y hemos llevado todo estupendamente”, indica. A su juicio, “el colegio de médicos es una gran herramienta para que no vivamos estas agresiones, tenemos que notificar cada una de ellas; por eso yo animo a que tiene que quedar reflejado”.
Bajo esta premisa, finalmente, explica que cuando la agresión es en forma de amenaza y lo que me hace sentir el paciente es malo, llamo a mi colegio, a mi abogado y a mi jefa de servicio y lo notifico. Hay muchas veladas amenazas por eso yo lo dejo por escrito, lo notifico y dejo constancia”. “Tenemos que dejar constancia de lo que nos hace sentir el paciente a nosotros. Me he sentido amenazado, ofendido o que se me ha puesto en tela de juicio; porque si no está escrito eso nunca ha ocurrido y esos pacientes no van a entender nada y siempre vamos a tener nosotros las de perder y eso no puede ocurrir”.