Expertos concluyen que es necesario el trabajo multidisciplinar para lograr ciudades saludables y un mundo sostenible
La Dra. Manuela García Romero, vicepresidenta segunda del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, FFOMC y miembro del grupo de trabajo de Salud y Cambio Climático de la corporación, ha sido la encargada de presentar el seminario.
“Desde el CGCOM estamos muy alineados y comprometidos con el cambio climático y su impacto en la salud de la población. Por ello, hemos puesto en marcha estos seminarios de formación no solo para la profesión médica sino para concienciar a todos los ciudadanos de cómo afecta en la salud el estado del aire, el agua, las crisis migratorias, la economía circular o la acción sanitaria sobre el calentamiento global”, explicó la Dra. García Romero.
Asimismo, resaltó el papel activo de la corporación en este aspecto con el lanzamiento de la Alianza Médica contra el Cambio Climático, la participación del CGCOM en la plataforma One Health y la presencia en los grupos de trabajo de Unión Profesional de cambio climático y deontología médica, “porque cuidar de nuestro planeta es un deber ético”.
El moderador, el Dr. Jaime Orfila, jefe clínico del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Son Espases, presentó el seminario y explicó que hay tres objetivos principales: explicar la calidad del aire, relacionarla con el deterioro de este aire y con la enfermedad, y definir las posibles soluciones.
Xavier Querol, geólogo y profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA), impartió la ponencia: “La calidad del aire en las ciudades. Para el experto, la contaminación atmosférica es la presencia en la atmósfera de materia, sustancias o energía que puedan implicar riesgo o daño para la seguridad o la salud de los seres humanos o del medio ambiente.
En este sentido ha expuesto que la normativa europea no sigue las guías de calidad del aire de la Organización Mundial de Salud (OMS): “la legislación europea actual no nos protege, por eso, muchos estados miembros no siguen esta legislación y han creado su propia normativa para parecerse a la OMS”. De hecho, el 4% de las personas respira aire legal y el 97% está expuesto a valores superiores a las guías de la OMS.
En su intervención, también expuso las medidas necesarias para la mejora de la calidad del aire urbano entre las que resaltó la importancia del transporte metropolitano y los flujos de circulación, el trasporte público adecuado, la reducción del número de los vehículos urbanos en circulación, el fomento de los coches eléctricos, las bicicletas y de caminar; el rediseño urbano y la transformación de las ciudades para ser más saludables.“Si no reducimos el número de coches y peatonalizamos más calles el tráfico se mueve a otra calle y no es solución. Se necesitan medidas globales”, afirmó.
La Dra. Anna Fernández Ortiz, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y coordinadora del grupo de trabajo de Salud Planetaria de semFYC, habló acerca de “¿Cómo afecta la contaminación de las ciudades a nuestra salud?”.
La OMS estima que en la actualidad el 50% de la población vive en una ciudad, y que, en 2050, esta cifra alcanzará el 70%, y cuánta más población, mayor es la probabilidad de que esta tenga unas características vulnerables, de modo que, de acuerdo con la Dra. Fernández, “es necesario tener en cuenta los condicionantes sociales y económicos de los pacientes. Saber dónde viven, a qué se dedican y el estilo de vida de las personas es importante, porque también tiene un efecto sobre su salud”.
Además, las personas más vulnerables estarán más afectadas por la calidad del aire, ya que si los barrios no están bien diseñados “se dan islas de calor urbano y formación de niebla tóxica, que se asocian a una mayor mortalidad y morbilidad”.
“Está en nuestra mano cambiar las cosas y hacer que el aire que respiramos cada día sea más sano”, para lo que, según la Dra. Fernández, “son necesarias la formación del personal sanitario, la investigación, la información para los pacientes y la divulgación”.
En tercer lugar, intervino Ester Higueras, planificadora urbana y profesora titular de la Universidad Politécnica de Madrid, que realizó una ponencia acerca de “Las zonas verdes urbanas, preventivas y promotoras de hábitos saludables”.
Según Higueras, “las ciudades se tienen que transformar de una manera radical, y este cambio tiene que ser de igual dimensión a la llegada del ferrocarril o a la del coche”. Además, afirmó que “los problemas de salud en las zonas urbanas hacen preciso un diseño urbano con presencia de cantidad y calidad de zonas verdes: contra contaminación, incentivadoras de la actividad en el espacio público, y con control micro climático”.
Además, expuso algunos ejemplos de ciudades españolas que ya están trabajando en este sentido como Vitoria, Barcelona, Zaragoza, Madrid o Valencia.
Tras las ponencias, el Dr. Jaime Orfila solicitó a los ponentes que expusieran ejemplos exitosos en los que deberíamos fijarnos en nuestro país. Xavier Querol, afirmó que “no podemos cambiar solo la calidad del aire, hay que cambiar la cultura de la sociedad, y ejemplos de ello son: Escandinavia, Australia y Canadá. En Europa, un ejemplo es Milán, el norte de Italia, es un ejemplo para seguir con nuestra mentalidad”. Anna Fernández, por su parte, expuso el ejemplo de Reino Unido, que trabaja para lograr “cero emisiones en el Sistema Nacional de Salud”. Ester Higueras afirmó que “París, la ciudad de los 15 minutos, presentó una iniciativa estrella muy fuerte”, con un gran equipo técnico que trabaja en la “transformación radical de las calles, con más aceras, zonas para realizar actividades y en la que los colegios son el punto de transformación de la ciudad”.
Por último, la Dra. Manuela García Romero, vicepresidenta segunda del CGCOM, clausuró el acto y agradeció la participación de los asistentes presenciales y telemáticos. Además, afirmó que desde la corporación “estamos intentando divulgar y crear cultura en medio ambiente en el mundo sanitario con cero emisiones en el SNS a través de la Alianza Médica contra el Cambio Climático”. Asimismo, afirmó que “siempre he sido una convencida del enfoque multidisciplinar, y hoy lo soy más. Sin este enfoque no haremos de este un mundo sostenible”.