El 45% de los profesionales sanitarios de la UE podrían sufrir síntomas severos de burnout
La Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial organizó recientemente un Seminario para abordar los factores involucrados en el burnout del médico y sus posibilidades de prevención y resolución en el que se puso de relieve la alarmante situación de los sanitarios en la Unión Europea donde casi la mitad de ellos (45%) podrían sufrir síntomas severos de Burnout
Madrid medicosypacientes.com/ Sara Narvaiza
Este seminario forma parte del Programa del Autocuidado del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), cuyo objetivo es la promoción del autocuidado en los profesionales de la Medicina y de las profesiones sanitarias ante la situación constatada por la corporación médica, especialmente tras la pandemia.
La Dra. Rosa Arroyo, vicesecretaria del CGCOM, presentó el seminario on-line, organizado junto a ESTEVE, que contó con la participación del Dr. Jesús Montero-Marín y del Dr. Mauro García Toro. Moderado por el Dr. Javier García Campayo, esta acción formativa contó con más de ochocientas personas, la mayoría de ellas profesionales de salud, que siguieron el seminario en directo.
El Dr. Jesús Montero-Marín, investigador senior en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oxford, realizó la ponencia “Introducción teórica breve al problema del burnout en el médico. Factores que se relacionan con su aparición y mantenimiento”, un acercamiento al concepto del burnout, su aparición y el mantenimiento de este síndrome. El doctor expuso que se estima que un 30% de los trabajadores de la Unión Europea presentan estrés elevado, y que un 12% podrían sufrir burnout; además, se trata de una tendencia al alza.
Asimismo, explicó que “un 45% de los profesionales sanitarios podrían haber vivido al menos uno de los síntomas severos indicativos del burnout” y que los médicos tienen un 20% más de probabilidades de sentirse insatisfechos con la conciliación entre la vida personal y la laboral.
El investigador definió el burnout como “el resultado del uso de estrategias de afrontamiento ineficaces con las que los empleados tratan de protegerse del estrés en el trabajo”, y afirmó que este se estudia clásicamente desde tres dimensiones: agotamiento (nivel personal), cinismo (nivel interpersonal) e ineficacia (nivel profesional). Finalmente, el doctor Montero-Marín, expuso que existen diferentes tipos de burnout que responden a las fases evolutivas del síndrome: frenético, sin desafíos y desgastado.
Por su parte, el Dr. Mauro García Toro, doctor en Psiquiatría y profesor titular de la Universidad de las Islas Baleares, realizó su exposición acerca de “Dimensión actual del burnout en medicina. Alternativas y posibilidades de prevención y tratamiento”. El doctor García Toro explicó el desarrollo del síndrome desde un enfoque conceptual, según el cual se presentan cuatro etapas: “la primera, estrés agudo; la segunda, sobre-esfuerzo; la tercera, inicio del burnout; y la cuarta, burnout, salud física y mental dañadas”. En cuanto al diagnóstico del síndrome del burnout, el Dr. García Toro afirmó que este no es fácil, que no se trata de un trastorno depresivo o ansioso, que no es estrés postraumático vicario y que no se trata de daño moral.
Además, “existen intervenciones que han demostrado su utilidad frente al burnout”, como la disminución de la carga excesiva de trabajo, la promoción de cambios en la organización, la escucha e involucramiento de los médicos en la toma de decisiones, el permitir una mayor capacidad de autogestión, la facilitación cambios razonables que se demanden, apoyar a los médicos en situaciones difíciles, el reconocimiento de los esfuerzos y los buenos resultados, el abordaje de forma proactiva situaciones de mal ambiente laboral, el mantenimiento de programas de mejora del bienestar y la oferta programas de coaching.
Por último, el doctor en Psiquiatría concluyó que el burnout para el médico “supone un desacoplamiento doloroso con su trabajo cuando el estrés que soporta supera su resiliencia”, que se trata de una situación reversible sobre la que “merece la pena intervenir cuanto antes”, y que el objetivo final es “sentirnos comprometidos con nuestro trabajo a pesar de sus dificultades para volver a disfrutar de él”.