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Día europeo contra las agresiones a médicos y profesionales sanitarios

El Dr. Rodríguez Vicente afirma que para la profesión médica cuesta mucho entender que se haya pasado de fácilmente de los aplausos a las agresiones y subraya que “si no cuidamos a los cuidadores nuestro Sistema Nacional de Salud se debilitará aún más y perderá parte de su más que reconocida eficiencia”

El secretario general del CGCOM destaca la labor del Interlocutor Policial Sanitario como aliado imprescindible a lo largo de estos años y demanda a las administraciones competentes el desarrollo de un Plan Nacional contra las Agresiones a los Médicos y profesionales sanitarios, en el que participen todos los agentes implicados para promover una sanidad sin violencia.

¿Cómo valora los datos presentados este año sobre agresiones médicos/as?

Pues son unos datos que nos han impactado porque tras dos duros años de pandemia en el que los profesionales sanitarios han estado al límite y en el que hemos sufrido la terrible pérdida de 125 compañeros por cuidar de los demás, volvemos a registrar cifras alarmantes de agresiones a médicos y médicas en nuestro país, un aumento del 39% respecto al año anterior.

Esto es algo que nuestra profesión no puede comprender pues la sociedad ha pasado fácilmente de los aplausos a las agresiones.  Lo he repetido desde hace meses en muchas ocasiones, no somos ni héroes ni villanos, solo profesionales sanitarios al servicio de los ciudadanos. Debemos de ser conscientes de que si no cuidamos a los cuidadores nuestro Sistema Nacional de Salud se debilitará aún más y perderá parte de su más que reconocida eficiencia. (Datos agresiones 2021)

Según los datos presentados ha repuntado la violencia hacia el personal sanitario en 2021 ¿A qué lo achaca?

La progresiva vuelta a las consultas presenciales, la saturación sufrida en todos los niveles asistenciales, especialmente en Atención Primaria y el agotamiento de la población ante la gestión de la pandemia y la duración de la misma, han podido ser factores fundamentales. No obstante, ningún argumento justifica cualquier agresión verbal o física. Además, es absolutamente fundamental recordar que todos los profesionales sanitarios, no sólo los médicos, llevan dos años trabajando al límite, y al exceso de la actividad asistencial que han supuesto las seis olas de la pandemia se ha añadido una enorme carga burocrática en la gestión sanitaria. La disminución del personal sanitario, y   el malestar de la población ante la   gestión de la propia pandemia ha generado una situación de ansiedad, y en algunos casos violencia, que se ha volcado en personas que no son responsables de la situación generada.

En el informe de 2021, (segundo año de la pandemia) podemos observar que aunque ha habido un aumento importante de las agresiones comunicadas respecto al 2020, sin embargo han disminuido las relacionadas con la gestión de la COVID-19, así como las relacionadas con las incapacidades temporales, y las vinculadas a la asistencia telemática/telefónica. Lógicamente es debido al mayor número de consultas presenciales realizadas este año, pues en 2020 con el estado de alarma, hubo 4 meses con una actividad asistencial dedicada casi exclusivamente a la enfermedad provocada por el Coronavirus.

¿Hay más concienciación a la hora de denunciar?

Posiblemente el hecho de hacer públicos los datos del Observatorio por parte del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) desde hace unos años ha conseguido concienciar al médico de la lacra que son las agresiones y esté facilitando que estos lo comuniquen cuando sufren una. De todas formas, no suele haber muchas denuncias de las agresiones verbales como son las amenazas y los insultos, agresiones que quedaron tipificadas como delitos leves en la modificación del artículo 550 del Código Penal, lo cual lamentamos. Hemos de conocer el problema, y entre todos intentar solucionarlo.

¿Los médicos perciben el apoyo de las instituciones y la sociedad ante las agresiones?

Entiendo que mayoritariamente sí. Así lo percibimos en el Observatorio y así nos lo trasladan desde los colegios de médicos. Creo que el bagaje de más de una década de la corporación en este ámbito nos convierte en referentes en este sentido, a lo que hay que sumar la ingente y excelente labor del Interlocutor Policial Sanitario.

Entre todos hemos organizado actividades de formación y prevención, que junto a muchas otras iniciativas por parte de policía y colegios de médicos ha acercado esta problemática a cada centro de salud, consulta u hospital. Que ningún miembro de la profesión médica tenga duda de que cuenta con todo el apoyo necesario de la corporación siempre que se enfrenta a una situación de esta índole. Creo que la implicación de los presidentes, los secretarios y las Juntas Directivas en general ha sido altamente positiva, apoyando a sus colegiados, poniendo a su disposición las asesorías jurídicas y ofreciéndoles todo tipo de ayudas.

Aprovecho la ocasión para remarcar el mensaje que el Comisario Manuel Yanguas, Interlocutor Policial Sanitario, siempre lanza “denunciar es la única vía para erradicar las agresiones a sanitarios” y ahí – insisto – tiene a los colegios de médicos a su lado.

Al respecto de la figura del interlocutor policial sanitario ¿Qué destacaría de su labor este tiempo?

El equipo del Interlocutor Policial Nacional Sanitario está desarrollando una gran labor pues se han reunido con todos los Interlocutores a nivel provincial, en algunos casos más de dos o tres veces en el escaso tiempo que llevan desarrollando esta labor. También han dado formación a sus compañeros para que estos puedan actuar a nivel local, y ahora se está intentando conseguir que la denuncia pueda ser realizada en el lugar del trabajo para evitar desplazamientos y evitar molestias a los agredidos, que no tendrán que desplazarse a la Comisaría a la salida del trabajo, etc. Si esto se consigue, se favorecerá que se denuncien todo tipo de agresiones rellenando un formulario en el mismo centro y así podremos conocer el número real de agresiones que realmente se producen.

Me gustaría resaltar que la presencia del Interlocutor Policial Nacional Sanitario ha supuesto una mejor comunicación entre las partes implicadas en el tema de las agresiones al personal sanitario, y nosotros desde el Consejo General podemos decir que la coordinación con la Administración Sanitaria ha mejorado y que la creación de esta figura ha sido muy positiva.

Aún no se considera autoridad al facultativo en el ejercicio de la medicina privada, sigue siendo un reto. ¿Qué pasos hay que dar para conseguirlo?

Deberíamos conseguir una ley específica de agresiones al personal sanitario, en la que se integrara a todas las personas que trabajan en la sanidad, bien sea en una institución pública o privada como ya se recoge en la Instrucción 3/2017.  Esta Ley sería positiva para todos, no solo para el personal sanitario sino para todos los ciudadanos ya que podría ser más disuasoria que punitiva.

¿Están detectando agresiones reincidentes? ¿Qué se plantean hacer?

Los datos que nos proporciona el Interlocutor Policial Sanitario nos apuntan a que cerca de un 15% de las agresiones que existen, se producen de forma reincidente y esto es algo que nos preocupa. Para evitar esto la Policía Nacional ha hecho una propuesta a la Secretaría de Estado de Seguridad para que un protocolo que hay de denuncias “in situ”, en el mismo lugar que se realiza la agresión, se aplique al ámbito sanitario. Es decir, todas las agresiones que se produzcan en servicios o centro sanitarios se puedan denunciar en el mismo momento. Acudiría un vehículo radiopatrulla, se presentaría la denuncia y se citaría al agresor para juicio en una o dos semanas.  Además, en caso de que este agresor vuelva a reincidir la pena será mayor. Con esto podríamos disminuir ese porcentaje de reincidentes.

¿Qué balance puede hacer de la evolución del Observatorio contra las Agresiones?

Creo que la evolución del Observatorio desde su comienzo en 2010 ha sido positiva, pues ha servido para sacar a la luz un problema que sabíamos que existía, pero que realmente no teníamos cuantificado, y que quizá no le habíamos dado demasiada importancia por carecer de datos reales hasta que estos nos han hecho ver la realidad que presentan las agresiones en el ejercicio diario de nuestra profesión.

He de remarcar, que en esto somos pioneros en Europa, y que el fenómeno de las agresiones contra los médicos y los profesionales sanitarios es un fenómeno universal por lo que otros países están siguiendo nuestro ejemplo. Creo que es un éxito del Observatorio haber conseguido que nuestra propuesta de celebrar el 12 de marzo “Día Europeo contra   las agresiones a los médicos y profesionales sanitarios” haya sido aceptada por todas las Organizaciones Médicas Europeas.

Somos conscientes de que los datos que los Colegios de Médicos nos comunican no son todas las agresiones sufridas por el personal médico, en realidad las agresiones son muchas más, porque estamos generando la cultura de la denuncia de las mismas, y por eso es tan importante contar con días como el de hoy, para concienciar a la sociedad y a nuestros representantes políticos de la gravedad del problema, que en realidad es un problema de todos.

¿Cuál es el siguiente paso?

Vamos a seguir trabajando en este gran compromiso que adquirimos hace más de una década y que tantos buenos resultados ha dado gracias al trabajo de este Observatorio que, entre otros hitos, ha logrado que las agresiones a sanitarios se consideren delito de atentado contra la autoridad, la creación de la figura del Interlocutor Policial Sanitario Nacional, la puesta en marcha de formación específica con el “Curso de prevención contra las agresiones a los profesionales sanitarios,” y la  protección jurídica a los médicos que sufren cualquier tipo de agresión desde nuestra Fundación para la Protección Social (link) .

Tenemos que seguir mirando hacia delante, especialmente ahora que estamos en un momento crucial en el que se debe de abordar la reconstrucción del Sistema Nacional de Salud en nuestro país, por eso, desde la profesión médica seguimos insistiendo en que se desarrolle un Plan Nacional contra las Agresiones a los Médicos y profesionales sanitarios, en el que participen todos los agentes implicados para promover una sanidad sin violencia.