có en que desencadenara dicha hemorragia expulsiva con resultado final de pérdida de visión total del ojo, frente a la tesis defendida por la parte demandada en cuanto a que dicha hemorragia se produce de manera espontánea e imprevisible, sin que nada tuviera que ver la rotura de la cápsula posterior. Comentario El fallo del Tribunal es desestimatorio: “Que la médico residente diga que una mala praxis puede provocar la rotura de la capsula es, simplemente una manifestación de pura lógica, además de honrar a quien lo dice, pero de ahí a afirmar que está admitiendo que fue su impericia la que provocó la sedicente rotura, hay un abismo. Al razonar así, la representación de la parte demandante se aparta por completo del auténtico problema que encierra la cuestión, que consiste en determinar si dicha hemorragia es o no consecuencia de una mala práxis. Y sobre este trascendental extremo, a falta de pruebas, reclama una suerte de inversión del onus probandi sobre una base que nos parece poco sólida, meramente intuitiva, a saber: Que quien inició la intervención era a la sazón una médico residente. La praxis médica estuvo protocolizada y se adecuó a las pautas clínicas homologadas, la presión arterial intraoperatoria se controló de manera satisfactoria, la valoración oftalmológica preoperatoria y la consulta preanestésica también fueron correctas, así como la actuación postoperatoria. De modo que la actuación del servicio fue correcta, ajustada a la lex artis, antes, durante y después de la operación, por lo que no es posible apreciar los requisitos exigidos para declarar la responsabilidad patrimonial de la Administración”. Respecto a la materia que principalmente nos ocupa de la relación entre especialistas, tutores y residentes, ni la sentencia ni la parte demandante hacen referencia alguna. Difícilmente podría la parte demandante hacer alguna acusación, pues se cumple escrupulosamente la normativa referente a la supervisión, no pudiéndose alegar nada en ese sentido. Como veremos en otro caso, las demandas en las intervenciones quirúrgicas en las que participan médicos residentes suelen ser por falta de supervisión y por ser realizadas únicamente por el residente Comentamos la jurisprudencia del Tribunal Supremo en cuanto a la participación de los residentes en las intervenciones quirúrgicas: 1. Sentencia 24/01/2006 (Recurso 2777/2001). La normativa reguladora de los médicos residentes no prohibía, ni ahora tampoco, que los MIR RESPONSABILIDAD DE RESIDENTES EN CIENCIAS DE LA SALUD, TUTORES Y ESPECIALISTAS 131
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