V Convención de la Profesión Médica

V Convención de la Profesión Médica al Ministerio de Sanidad y ser parte de las estructuras de salud pública, docencia e investigación sanitaria… Y dentro de este marco normativo, definir claramente a quién cubre y cómo es la cobertura del SNS; y también cuáles son las garantías de exigibilidad y portabilidad del derecho a la protección de la salud: en pocas palabras, establecer la condición de “Ciudadanía Sanitaria del SNS”. Para avanzar en la refundación del SNS se precisa un documento de reformas clave, que combine una base técnica experta, una participación amplia y un debate en el Parlamento. Hemos tenido experiencias poco fructíferas de debates y pactos sanitarios, donde ha dominado la retórica, y se han materializado como una sucesión de comparecencias de expertos en comisión parlamentaria que buscaban ilustrar a los diputados para que elaboraran un documento de consenso. Estas experiencias son divergentes en el método de las del Informe Abril de 1991, en el cual se comisionó a un grupo experto, con un liderazgo nominal (Fernando Abril Martorell), para la redacción de un informe de autores, que combinara la amplia participación social y profesional con una articulación de contenidos internamente consistente. Considerando lo anterior, cabría recomendar que el Congreso de los Diputados designara una Comisión de Expertos de alto nivel para sintetizar los principales problemas de organización y funcionamiento del SNS, proponiendo un conjunto articulado de medidas de mejora específicas. Su informe, que incorporaría aportaciones de una amplia participación social y profesional, sería un documento de referencia para las reformas legislativas y la acción de gobierno que se precisa.

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