V Convención de la Profesión Médica

V Convención de la Profesión Médica La base sociológica, cultural y científica del profesionalismo médico ha evolucionado como consecuencia del ritmo acelerado de las innovaciones biotecnológicas y de los ciclos virtuosos en el desarrollo del conocimiento biomédico, integrando en el contexto de la praxis profesional nuevos roles y competencias que requieren de vías complementarias de aprendizaje para el análisis de problemas y aplicaciones a los procesos asistenciales, conforme a los niveles exigibles en cada momento y situación. La caracterización actual del profesionalismo médico más comúnmente aceptada para proteger los intereses y el bienestar de los pacientes se refiere a la definición de determinadas cualidades que incluyen sólidos conocimientos y habilidades (competencia clínica), la excelencia e integridad en el ejercicio profesional, la equidad y calidad asistencial, la responsabilidad social, la ética en la toma de decisiones, la buena comunicación con los pacientes, la gestión ética de los posibles conflictos de interés, la adecuada aplicación del conocimiento, el respeto a la legalidad, la conducta relacional éticamente persuasiva, el humanismo científico y social, el altruismo virtuoso, así como otras exigencias propias de la autorregulación y de la rendición de cuentas a la sociedad (4). Posiblemente, la mejor descripción publicada y discutida de profesionalidad relacionada con los objetivos, cualidades y comportamientos es la Carta de Profesionalismo Médico. Los tres principios fundamentales expuestos en la mencionada Carta son la primacía del bienestar del paciente y la autonomía y justicia social como valores irrenunciables del principialismo bioético (5) . Asentar nuestras bases de legitimación social no solo nos obliga a un cumplimiento estricto de las normas legales, a un claro escrutinio ético en la toma de decisiones asistenciales, a un comportamiento íntegro y moralmente persuasivo, a una

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