VALORES DEL MÉDICO 2021
44 de la vida humana. Sin embargo, sí es posible aspirar a un acuerdo acerca del bien interno o la finalidad de la profesión. La relación clínica sigue siendo neceVDUiDPenWe DViP«WUicD OR cXDO ViJniʾcD que la responsabilidad cae del lado del médico El profesional ha de ser una persona virtuosa, digna de la confian]a del paciente, que use sus conocimientos médicos para el bien del enfermo (y no para su propio lucro, prestigio o poder) y que no explote al enfermo en su situación de debilidad y dependencia. En opinión de Pellegrino, la relación clínica se caracteriza por la situación de vulnerabilidad del paciente, la relación desigual entre médicos y pacientes en lo referente a conocimiento y poder, y la profesionalidad del médico que le da la posibilidad de proporcionar el mejor cuidado posible a los pacientes si ellos buscan su ayuda. Estas características dan como resultado un tipo de relación entre el médico y el paciente basada en la ayuda y en la confian]a. Para actuar adecuadamente en este contexto, el médico debe desarrollar una serie de virtudes, entre las que se encuentra la compasión: – Fidelidad a la promesa: no traicionar la confian- za del paciente – Benevolencia: procurar el bien integral del paciente. – Abnegación: asumir sacrificios para garanti]ar el bien del paciente. Subordinar los intereses personales al fin de la medicina, en fidelidad al compromiso asumido. – Compasión: ‘sentir con’ el paciente su sufrimien - to y dolor, lo que es necesario para adaptar el tratamiento a las peculiaridades del paciente. Éste es el preludio del cuidado, que supone la consideración por la persona del enfermo. La compasión tiene un componente afectivo (actuar del modo más beneficioso para un paciente concreto) y otro moral (disposición para entender intelectualmente la singularidad del paciente). – Humildad intelectual: reconocer los límites de los conocimientos y admitir la ignorancia hones - tamente. – Justicia: dar a cada uno lo que le corresponde por derecho y tratar de modo igual casos igua - les. Es imparcialidad, pero también ajustarse a las necesidades específicas del paciente. Justicia conmutatiYa con el paciente (igualdad estricta entre indiYiduos). Justicia distributiYa con la sociedad (es decir, la igualdad a partir de una distribución proporcionada, como se plantea en la medicina gestionada). – Prudencia: recta razón en la deliberación y en la acción. Discernimiento y decisión en ámbitos de incertidumbre, guiadas por una elección razonable y ponderada, buscando los medios más eficaces para alcan]ar el objetiYo: el bien integral del paciente. La capacidad de reconocer, analizar y resolver las cuestiones éticas que se generan en la relación clínica es, según este autor, tan importante como el conocimiento de la ciencia. Pero esta capacidad deriva necesariamente de comprender que el objetivo de la medicina es una acción curativa para un ser humano en particular. Por eso es tan importante conocer al paciente y su marco de valores. En buena medida, éstos son VALORES DEL MÉDICO
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