VALORES DEL MÉDICO 2021
La vulnerabilidad tiene que ver, pues, con la posibilidad de sufrir, con la enfermedad, con el dolor, con la fragilidad, con la limitación, con la finitud y con la muerte. La respuesta ética de la compasión La vulnerabilidad intrínseca del ser humano es una constatación que nos lleYa a identificarnos con el sufrimiento de las otras personas. Observamos nuestra propia experiencia y también el sufrimiento y la fragilidad de otros, y con ello comprobamos que somos iguales, que entendemos lo que están sintiendo los otros, y que, en su situación, a nosotros también nos gustaría que nos ayudaran. El reconocimiento de nuestra radical igualdad hace aparecer un sentimiento de compasión, esto es, de ‘padecer con’ el otro su mismo sufrimiento. Este reconocimiento de que todos podemos ser víctimas es la base de la idea de igualdad y también de un mandato moral muy antiguo: la regla de oro que indica que no deberíamos hacer a los demás lo que no querríamos que nos hicieran a nosotros. Por tanto, invita a la acción para evitar o aliviar el sufrimiento. La capacidad de reconocer a las otras personas como iguales y comprender sus sentimientos radica en la existencia de las ‘neuronas espejo’, encargadas de interpretar las acciones de otros sujetos. Cuando observamos que alguien hace algo, en nuestro cerebro se activan las mismas zonas cerebrales que si nosotros estuviéramos haciendo la misma acción. Esta es la base de la capacidad de comprender a los otros, de imaginarnos en la misma situación. Por eso, 40 neurocientíficos como 9.6. Ramachandran o G. Ri]]olatti afirman que estas neuronas espejo son las ‘neuronas de la empatía’, porque nos permiten entender las emociones de las otras personas y las razones de sus acciones. La capacidad de colocarnos en la perspectiva de otra persona, comprender lo que hace, por qué lo hace y cómo se siente, es lo que llamamos empatía. Se trata de situarse en el lugar de otro para ver el mundo desde su punto de vista. Además de los componentes biológicos, hay también elementos culturales, de aprendizaje, que son esenciales para que se desarrollen esos comportamientos de empatía Además de los componentes biológicos, hay también elementos culturales, de aprendizaje, que son esenciales para que se desarrollen esos comportamientos de empatía. Los entornos culturales muy individualistas o que promuevan la distancia emocional y el anonimato, donde no se cultiven la amistad, la ayuda, la amabilidad, la solidaridad, etc., probablemente no darán lugar a que las personas sean muy empáticas. Sin embargo, las culturas basadas en la relación humana de ayuda mutua, de atención a los que tienen más necesidades, de comprensión de la situación del otro y de no indiferencia ante su sufrimiento, producirán personas más propensas a la empatía y a la compasión. Esto supone que estas actitudes pueden promoverse y cultivarse. Hay algunos estudios que demuestran cómo puede modificarse la capacidad de compasión mediante, por ejemplo, la meditación. En este sentido, se pueden utilizar VALORES DEL MÉDICO
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