VALORES DEL MÉDICO 2021

189 ARCADI GUAL SALA La autorregulación en el seno de las profesiones Si bien este capítulo no aborda el concepto de ‘profesión’, es difícil no referirse a dicho concepto en tanto que la autorregulación se da fundamentalmente en el marco de las profesiones y muy específicamente en el de la profesión médica. El papel de las profesiones en la sociedad puede tener diferentes interpretaciones, aunque aquí se contemplará la que seguramente es la más tradicional: la ‘interpretación funcionalista’. Es cierto que la sociedad requiere los servicios que ofrecen los profesionales (salud, justicia, educación, equidad, o incluso religión), pero también demanda ser protegida de los charlatanes que no poseen la pericia que pregonan o de los que abusan de su conocimiento y posible monopolio. Por ello es necesario que los profesionales se constituyan en grupo, en un organismo profesional, asumiendo la responsabilidad de registrar a sus miembros, evaluarlos si es el caso y expedientar a los responsables de un ejercicio negligente de la profesión; el cuerpo profesional, el colegio médico, debe proteger a la ciudadanía tanto de los no cualificados como del abuso por parte de sus propios miembros. Esta interpretación funcionalista de las profesiones hace emerger entre otros dos elementos necesarios de ellas: la e[istencia del grupo, el colegio en el caso de la profesión médica, y la autorregulación como un elemento consustancial para ejercer su función, que nos es otra que la protección del ciudadano y, si es el caso, del paciente. Ámbito en el que se desarrolla el valor de la autorregulación De los tres grupos de valores que conforman esta monografía (Yalores del médico como persona, valores del médico como médico y Yalores de la profesión), la autorregulación figura en el tercero de ellos, el de los ‘valores de la profesión’ que debe asumir el médico. Por tanto, se podría decir que la autorregulación es un valor que al médico le viene impuesto y que debe asumir si quiere formar parte del gremio, del grupo, de la corporación. En nuestro entorno, este colectivo no es, ni más ni menos, que las organizaciones médicas colegiales, esto es, los colegios de médicos y su consejo general. La estructura profesional, el ‘Colegio’, es sin duda garante de velar por la excelencia moral de sus miembros. No solo es responsable de vigilar dicha excelencia moral sino también de educar a sus miembros en dicha excelencia. < la e[celencia no la buscan las instituciones, sino que y fundamentalmente la deben buscar quienes la practican, los profesionales. Las corporaciones deben ayudar a los profesionales proporcionándoles señas básicas del camino que han de transitar en la búsqueda de la e[celencia (7abla 1).

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