VALORES DEL MÉDICO 2021

181 JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ SENDÍN La 39.l Asamblea de la WMA celebrada en Madrid, en octubre de 1987, realizó una declaración revisada en su redacción en mayo de 2005 que estableció que ‘paralelamente al derecho a la autonomía profesional, la profesión médica tiene una responsabilidad permanente de autorregulación y, no obstante la existencia de otros reglamentos aplicables a los médicos, la profesión médica debe tomar a su cargo la tarea de regular la conducta y las actividades profesionales del médico’. La Organización Médica Colegial y, con ella, los colegios de médicos son necesarios como espacios éticos y democráticos de libertades profesionales y directivas, puestas al servicio de los pacientes y del mejor ejercicio médico para responder a las exigencias de la autorregulación. Los colegios de médicos son foros de pensamiento médico para crear inteligencia ética, profesional y clínica, constituidos en instrumentos de gobierno de la profesión médica, como garantía de derechos públicos esenciales para el cuidado de la salud de la población, puestos al servicio de los ciudadanos, de la sociedad y del mejor ejercicio médico. La WMA, en la mencionada Asamblea de Madrid y las revisiones consecutivas, declaró que ‘tener conciencia de los gastos es un elemento esencial de la autorregulación. La atención de la más alta calidad sólo puede justificarse por la certeza de que el costo de tal atención permita que todos los ciudadanos tengan acceso a esa atención’. Nuevamente, los médicos están particularmente cualificados para hacer las evaluaciones necesarias y tomar las decisiones en relación con el control de los gastos sanitarios. El uso apropiado de los recursos, la introducción del sentido económico en las decisiones de los médicos y la relación ética y la eficiencia están previstos y forman parte del código de deontología de la Organización Médica Colegial. De forma simultánea, conviene precisar que el control de los gastos no debe usarse como pretexto para negar a los pacientes los servicios médicos que necesitan. Esta obligación la recoge la WMA cuando, en la Declaración de Madrid, afirma que las organi]aciones que la integran ‘deben establecer un sistema de autorregulación profesional que realce y asegure el derecho del médico de tratar a sus pacientes sin interferencia en su juicio y discreción profesional. Lo cual es recogido en el actual Código de Deontología en el capítulo IV sobre calidad de la atención médica’. Corresponde también a la Organización Médica Colegial promover, junto con la autonomía e independencia de sus miembros, una conducta deontológicamente correcta a lo largo de toda su actividad profesional e igualmente el conocimiento del código de deontología y su participación en la actualización periódica de sus contenidos. Implicaciones en el quehacer diario La necesidad de proteger la independencia y autonomía de la práctica médica del desinterés de posibles políticas sociales o de los abandonos económicos generadores de inequidad, o de los intereses económicos infinitos del ánimo de lucro, especialmente de los fondos inversores en el sector de la salud, obliga a respetar y exigir los mecanismos de autorregulación y control que la misma profesión ha de establecer. La regulación implícita al código de deontología prevé las