VALORES DEL MÉDICO 2021
mejor servicio al paciente. La sociedad concede esa prerrogativa a la profesión médica en su conjunto, no al profesional como individuo. De ahí se desprende la necesidad de que la profesión médica, como colectividad, se encargue de la responsabilidad de regular la autonomía y libertad de ejercicio médico de todos y cada uno de sus miembros. En consecuencia, la autonomía e independencia que justifican la libertad de opinión y de prescripción de la profesión médica no son valores absolutos que permitan dirimir los problemas con su sola apelación y ante cualquier decisión justificar el comportamiento del médico. La autonomía profesional y la independencia del médico estarán limitadas por la evidencia científica, los Yalores, y las normas profesionales y deontológicas de la profesión médica. Constituyen, en suma, el sustrato donde crecen y se mantienen los principios y valores del médico que conocemos como profesionalismo médico. La autonomía profesional y la independencia clínica del médico que asume la responsabilidad final de la atención del paciente deben ser respetadas por otros miembros del equipo, aunque conviene recordar que, cuando sea posible, y en el mejor beneficio de los pacientes, los dilemas profesionales es conveniente que se discutan en sesión clínica con absoluta libertad y sin miedo a represalias, adoptando tras ello la decisión más conveniente en cada caso. Rendir cuentas y ofrecer explicaciones a otros profesionales en un ambiente de lealtad al paciente y sin restricciones a la libertad profesional es un acto de extraordinario valor ético y científico que constituye una garantía y seguridad para los pacientes. 180 Autorregulación y profesionalismo médico El principio de autonomía médica está relacionado con el profesionalismo. En un sentido amplio, el profesionalismo médico incluye tres dimensiones claYe: el conocimiento e[perto, la autorregulación de la profesión y la obliga ción de subordinar el interés propio a las necesidades, los intereses y la autonomía del paciente. Con él se responde a una necesidad social con alta responsabilidad para el médico, que actúa bajo control del propio colectivo profesional al que pertenece. Los médicos deben confluir, precisar, e[plicar y difundir las competencias técnicas y los principios y valores con lo que se comprometen a realizar su ejercicio profesional y que coinciden con el modelo de autorregulación que representa la Organización Médica Colegial ante la que deben responder obligatoriamente de su conducta todos los médicos. Por las características tanto del cuidado de la salud como del ejercicio de la medicina, los médicos necesitan un alto grado de autonomía individual e independencia para controlar los términos y las particularidades de sus obligaciones, compromisos y ejercicio diario. La autonomía profesional sólo puede mantenerse si los médicos someten sus actividades y decisiones a la evaluación crítica de otros colegas, e incluso a las opiniones de los pacientes. Únicamente a partir de este contrato entre pares, un modelo de colegiación puede asumir la responsabilidad de la regulación de la práctica médica. A cambio de los privilegios que resultan de esta autorregulación de la profesión, el modelo de colegiación debe garantizar la competencia y la conducta de sus miembros. VALORES DEL MÉDICO
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