VALORES DEL MÉDICO 2021

cada caso que esa asimetría sea la menor posible. De esa relación se desprende, por un lado, la necesidad de mantener y reforzar los vínculos de confian]a entre el paciente y su médico; y, por otro, garantizar que el médico sea independiente y libre para ofrecer su opinión y propuestas diagnósticas y terapéuticas. Comunicación y medicalización de la vida Todo lo relacionado con la salud individual y colectiva adquiere en la sociedad actual una relevancia extraordinaria. La medicalización (cuestiones cotidianas o propias de la Yida buscan respuesta en la medicina) y la medicamentali]ación de la Yida (procesos cotidianos que originan displacer buscan y obtienen un medicamento) son e[ageradas y no parecen tener fin. Los medios de comunicación, con el soporte de profesionales sanitarios, tienen un papel determinante en la construcción del estado de opinión sobre todo lo relacionado con la salud y especialmente con la asistencia sanitaria. La libertad y la autonomía del médico, desde la responsabilidad legal y deontológica que se le exige, son fundamentales y constituyen un determinante fundamental a la hora de ofrecer información fiable y fundamentada a la población general sobre todo lo relacionado con su salud y calidad de vida. La medicalización y la medicamentalización de la vida cotidiana inducidas y provocadas por los incentivos de la industria farmacéutica y tecnológica, con la colaboración de sectores profesionales, y la tolerancia de sectores políticos y económicos, la hacen muy difícil contrarrestar. Ambas utilizan inútilmente gran cantidad de recursos y energía sanitaria, generan e inducen 178 demanda de tecnología y medicamentos innecesarios que aumentan la presión sobre el médico, alteran la dinámica de la relación médico- paciente y son causa de riesgos evitables graves para los pacientes. Formación, evaluación e investigación El compromiso de promover la mejor cDOiGDG UeIXeU]D OD cRnʾDn]D Ge OD sociedad en la profesión médica legitimando su autonomía para autorregularse En la década de los setenta del siglo pasado, Percival y Cabot consideraron que la mejor evidencia para conocer la efectividad de las intervenciones la aportan los estudios probabilísticos y la investigación. Surgía así lo que posteriormente se definió como medicina basada en la evidencia, y con ella las guías de práctica clínica que contravenían la forma tradicional de la práctica médica, hasta entonces basada en la experiencia individual acumulada. El compromiso de promover la mejor calidad refuerza la confian]a de la sociedad en la profesión médica legitimando su autonomía para autorregularse. La práctica clínica basada en la mejor evidencia disponible beneficia a los pacientes y a la sociedad. Pero también la profesión médica legitima y refuerza con resultados su capacidad para autogobernarse y autorregularse. La evaluación continua del ejercicio profesional debe utili]arse en beneficio de los pacientes con el fin de asegurarles la calidad continua de la atención prestada por médicos competentes. VALORES DEL MÉDICO

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