VALORES DEL MÉDICO 2021
18 el rito que les recuerda a los médicos lo que se espera de ellos. Pero el juramento del s. V a. de C. no les dice en cada caso cuál es la mejor manera. Jerarquizar, priorizar, deliberar, adecuarse al caso, exige más que códigos de conductas. Como hay que adecuarse al caso, centrarse y concentrase en el paciente, hay que esquivar la arbitrariedad, incentiYando la discreción prudencial. < eso es sabiduría práctica. Los valores sirven cual faros parar iluminar el camino; son como brújulas que orientan al médico y a los que a ellos van o con los que trabajan, y ajustan lo que se puede esperar de ellos. Los valores han de ser explicitados; hay que enseñar a encajarlos al caso particular, y hay que actualizarlos en la jerarquía adecuada. Se aprenden observándolos en otras personas y practicándolos. Una cosa es tomar conciencia de ellos, y otra, qué se hace con ellos. Los médicos siempre han sido conscientes de la importancia de contar con la confian]a del paciente; por eso les resulta difícil entender la proliferación en nuestras sociedades occidentales de las para/pseudo medicinas, terapias alternativas, e incluso que el paciente se enfade con ellos hasta el punto de insultarlos o agredirlos. Hoy, la autonomía del paciente y la perspectiva más integral y centrada en aquél exigen que el médico tenga que trabajarse la alian]a terapéutica. < eso depende, en primer lugar, de él: la empatía, la cortesía, la prudencia, la discreción, etc., son valores que cuajan en hábitos, en maneras de hacer y ser. Por eso los griegos hablaban de virtudes. Hoy, la autonomía del paciente exige que el médico tenga que trabajarse la alianza terapéutica En la tradición de la filosofía moral, no eran los valores lo que principalmente preocupaba, eran las virtudes. El término valor, entendido como la característica considerada positiva, deseable, apreciada, es relatiYamente tardío. En filosofía moral, el término valor va sustituyendo al de virtud. En medicina no fue así, era frecuente hablar de las virtudes del médico. La antropología liberal, sin embargo, convirtió la virtud en habilidades y destrezas técnicas. Hay que combatir una manera de entender la profesión en exceso individualista y en exceso jerárquica respecto a las otras profesiones que intervienen, y colaborar con el equipo y la red sanitaria y social. Ese médico autónomo liberal que tenía su consulta privada es difícil de mantener en los entornos de la medicina gestionada contemporánea. La técnica y el contrato liberal deshumanizaron la medicina al dar por supuesto que son dos humanos, el médico y el paciente, que se encuentran, estando uno de ellos necesitado de los conocimientos del otro y de que le comprenda en su vulnerabilidad. No son dos autonomías autosuficientes. La autonomía del paciente es además relacional: el médico se debe entender con el paciente y su familia; y con los otros médicos con los que debe trabajar en equipo sin cuestionar el buen hacer de cada uno de ellos. El médico debe ser servicial; debe escuchar e intentar comprender al paciente en sus circunstancias; si no es servicial, si no tiene VALORES DEL MÉDICO
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