VALORES DEL MÉDICO 2021

Práctica del compromiso colegiado Para ejercer con competencia es necesaria la puesta al día no sólo de los conocimientos científicos y las habilidades técnicas, sino también de las actitudes en el trato personal, en un contexto de crecimiento exponencial de la información y de expectativas elevadas de los ciudadanos respecto a la salud. Ello implica un triple compromiso del colectiYo colegial: promoYer y proporcionar la formación continuada, compartir los conocimientos y aceptar la evaluación por pares, como se regula en el artículo 7 del Código de deontología médica (CDM) de la Organi]ación Médica Colegial. Hoy, los programas de formación deben ser explícitos, con evaluaciones periódicas y trasparencia en cuanto a los resultados La disposición del buen profesional debe ser tanto la de continuar formándose como la de contribuir a formar a sus colegas. Éste es uno de los legados del juramento hipocrático, aunque en aquel contexto histórico, el compromiso de compartir los conocimientos respondía a la necesidad de preservar la trasmisión del saber médico exclusivamente a los iniciados, vedando su acceso a los legos. Hoy, los programas de formación deben ser explícitos, con evaluaciones periódicas y trasparencia en cuanto a los resultados. Si la evaluación de la competencia profesional corresponde al colectivo organizado como colegio, 158 la descalificación de un colega por parte de otro se desdice de ese compromiso. No hay nada que evidencie más la falta de responsabilidad de un profesional como el juicio público negativo sobre la competencia de cualquier otro profesional. Cuando se advierte que la conducta de un colega puede suponer un riesgo para las personas, la protección de éstas exige una actuación diligente y prudente. No puede ser la misma la actitud ante el compañero negligente, imprudente o maleficente que ante el que está enfermo o padece una adicción. Comunicar al colegio profesional una conducta de riesgo no es una falta de compañerismo, sino una muestra de éste que previene de daños a las personas y, por ello, de responsabilidades más graves, como bien dicen el artículo 22.3 del CDM y la recomendación 76 del BQM. El Programa de Atención Integral al Médico Enfermo es un buen ejemplo de actuación colegial para proteger a la ciudadanía y atender al compañero enfermo. El convencimiento de que el buen profesional se organiza colectivamente para autorregularse es el fundamento del respeto a las otras profesiones sanitarias. Las profesiones sanitarias tienen una especificidad y unas competencias propias que complementan y enriquecen la función médica. El reconocimiento de esa especificidad y de esas competencias es la condición necesaria para trabajar en equipo. El trabajo en equipo es la forma organizativa idónea para responder a la complejidad de la asistencia sanitaria de hoy en día. En el equipo, cada miembro tiene su papel, que desarrolla con plena autonomía sin dependencias jerárquicas, más allá del compromiso adquirido cuando se aceptan los objetivos asistenciales. En el equipo VALORES DEL MÉDICO

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