VALORES DEL MÉDICO 2021

VALORES DEL MÉDICO Si alguna profesión resulta paradigmática y viene a mano para ilustrar lo expuesto, es la de político. Ma[ Weber, en su más citado que leído ensayo La política como vocación, se refiere a la ética de la responsabilidad como valor superior de quien quiere YiYir para la política y no de la política. < se esgrime la ética de la responsabilidad como contrapuesta a la ética de la conYicción para justificar la actitud de los políticos que, en virtud del pragmatismo, renuncian a sus ideales. Nada más alejado del pensamiento y del discurso de Weber cuando argumenta que ambas éticas son complementarias y que esa complementariedad es necesaria. De ahí la sospecha de que es poco leído o, lo que aún es peor, que su pensamiento es tergiversado. Concibe al político de Yocación como una persona con firmes convicciones que actúa de acuerdo con éstas, siempre que las consecuencias sean aceptables. La crítica de Weber quiere ser una adYertencia que prevenga de los dogmatismos ideológicos que promueven acciones de consecuencias irreparables. La conducta responsable, pues, consiste en actuar de acuerdo con unos principios previendo siempre las consecuencias La conducta responsable, pues, consiste en actuar de acuerdo con unos principios previendo siempre las consecuencias. < esa actuación responsable exige la prudencia necesaria para que cuando las consecuencias preYistas no aporten el beneficio esperado, uno se abstenga de obrar y dé las e[plicaciones oportunas. En palabras de Weber: ‘no puedo hacer otra cosa, aquí me detengo’. Así pues, la convicción en unos principios éticos, la autonomía personal, la competencia y la prudencia son elementos constitutivos de una conducta responsable. 154 Responsabilidad médica colegiada Entendida la responsabilidad como compromiso ante alguien, la responsabilidad médica es tridimensional, ya que se ejerce ante tres sujetos: la persona enferma, la sociedad y los colegas. Insisto en lo de tridimensional, porque su ejercicio es conjunto, de manera que en cualquier actividad profesional están presentes y sólo son diferenciables en el análisis teórico. No se puede atender a la persona enferma sin la competencia ni los recursos socialmente habilitados. El ejercicio profesional sólo es posible por el reconocimiento social de la competencia profesional y por los medios que se utili]an, financiados mediante impuestos, cuotas o remuneración. Para que el encuentro entre la persona enferma y el profesional competente sea fructífero, debe cumplir con ese triple compromiso, y es prioritario el que le vincula a dicha persona. La obligación de lealtad para con el paciente está regulada en todos los códigos de deontología médica. 7eQLeQdR eQ FXeQWD OD UeODFLµQ LQWU¯QVeFD eQWUe DPEDV YR\ D FeQWUDUPe e[FOXVLYDPeQWe eQ eO eMeUFLFLR de OD UeVSRQVDELOLdDd P«dLFD DQWe SDUD \ FRQ ORV FROeJDV 1R eV IRUWXLWR eO ePSOeR de OD SDODEUD ȊFROeJDȋ \ QR RWUD FXDOTXLeUD SDUD UeIeULUPe D TXLeQeV SUDFWLFDQ XQD PLVPD SURIeVLµQ $ SeVDU de VX XVR DFWXDO FRPR VLQµQLPR de DPLJR R FRPSD³eUR OD SDODEUD RULJLQDO ODWLQD Ve XWLOL]DED eQ OD DQWLJXD 5RPD SDUD LdeQWLILFDU D ORV PLePEURV deO FROOeJLXP ORV eOeJLdRV SDUD eMeUFeU XQ FDUJR S¼EOLFR SRO¯WLFR DdPLQLVWUDWLYR R VDFeUdRWDO < XQD FDUDFWeU¯VWLFD eVeQFLDO de eVDV IXQFLRQeV eV TXe Ve eMeUF¯DQ FROeFWLYDPeQWe QR D W¯WXOR LQdLYLdXDO

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