VALORES DEL MÉDICO 2021

VALORES DEL MÉDICO que tiene un claro componente de ciencia y de evidencias; sabe más de causas y efectos; entiende de diagnósticos y tratamientos clínicos. No obstante, sigue siendo necesario el arte de cuidar y de la conversación. Hay que entender, diagnosticar y tratar, por supuesto, pero también cabe abrazar, comprender, desde la ignorancia y desde los misterios que son las personas y sus circunstancias. Porque con tanto medio y posibilidades, el centro se desplazó, desde el cuidar al curar; desde la persona a la técnica; desde la integridad a lo biológico. Y desde la modestia a la potencia e incluso la prepotencia Por eso no es de extrañar que en los años ochenta del siglo pasado un psiquiatra tuviera que recuperar la vertiente integral de las personas proponiendo el modelo biopsicosocial. Por eso no es de extrañar tampoco que devenga una moda la atención centrada en las personas. Porque con tanto medio y posibilidades, el centro se desplazó desde el cuidar al curar; desde la persona a la técnica; desde la integridad a lo biológico; y desde la modestia a la potencia e incluso la prepotencia. El modelo biopsicosocial que reivindicó Engels y hoy se concreta en la demanda de una medicina centrada en el paciente exige del médico una apertura y una humildad. La atención es para el otro y por otro. Esa atención es más que pasar consulta, encontrar el diagnóstico y el tratamiento. La persona es ella y su circunstancia; ni el tiempo que se pasa con el paciente ni la historia que escriben varios profesionales convierten la relación en íntima; se requiere 16 además tiempo que tampoco tienen. Quizás los médicos de medicina familiar y comunitaria pueden lograr más conocimiento de la vida de sus pacientes. La era mediática y de las redes sociales (desde donde los pacientes valoran públicamente la calidad y calide] de un médico), de las historias compartidas, de trabajo en equipo, hacen de la práctica de la medicina una cuestión más compleja que hace tan sólo 15 años. La relación asistencial ha cambiado, el entorno también. < todo ello con condicionantes organi]atiYos que tampoco debemos desconsiderar. Así, por ejemplo, la confidencialidad ya no queda registrada en la memoria del médico y en el acto íntimo que es la consulta; hay historia clínica compartida; hay más profesionales interviniendo, médicos o no; y el paciente quiere participar en esa toma de decisiones. Ser buen médico exige más que dominar la técnica Pero ser buen médico exige más que dominar la técnica. A veces creemos que es cuestión de recursos, de más tiempo; y en muchas ocasiones es así, y se resuelYen muchos conflictos con el paciente. Sin embargo, en otros casos, la dificultad reside en haber olYidado, por ejemplo, que la justicia tiene que Yer, sí, con eficacia y eficiencia en la distribución de recursos, equitativamente y según las necesidades de los pacientes, pero que la justicia es también reconocimiento. < el reconocimiento no es meramente clínico, biológico, sino de trato y tratamiento a la persona por ser quien es, alguien único, original, que se halla en condiciones de

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