VALORES DEL MÉDICO 2021

145 ROGER RUIZ MORAL procesos de razonamiento clínico o actitudes personales que facilitarán o entorpecerán la comunicación (intangibles). 3or otro lado, se incluyen aspectos relacionados con el contenido y el proceso comunicatiYo (tangibles). Los aspectos de contenido se obtienen a través de la anamnesis tradicional, más una historia clínica orientada a detectar la perspectiva del paciente. Las habilidades de proceso tienen que ver con las formas verbales, no verbales y paraverbales en la que se intercambian los contenidos (tangibles). Entre ellas, la captación y la respuesta a pistas, la Yerificación, la comprobación y la integración de la información vertida por el paciente, y la reversión de lo comprendido respecto a su situación, compartiéndolo de forma clara y adaptada, invitándole a participar y buscando acuerdos. A la vez, estas habilidades de comunicación reflejan fenómenos que se producen en el mundo interno del clínico, como actitudes de respeto, autenticidad, empatía o escucha actiYa (intangibles), y que buscan generar un modo de estar en relación funcionalmente efica] en el que el paciente se sienta acogido, comprendido y tratado competentemente y, por tanto, seguro y en confian]a (intangibles). El valor de ‘comunicar’: la perspectiva ética Relación de la comunicación con los otros valores médicos Como cualquier desarrollo técnico, las habilidades pretenden alcan]ar eficacia (en este caso, clínica); sin embargo, incluso siendo útiles, éstas pueden ser éticamente ambiguas, es decir, se pueden emplear para bien o para mal. Por ejemplo, el conocimiento empático con el paciente puede emplearse para evitar que éste se sienta aislado en su enfermedad, pero también proporciona un poder de manipulación; las habilidades necesarias para llegar a un diagnóstico preciso pueden llevar a un uso exagerado de pruebas complementarias olvidando el bien del paciente; el proceso comunicacional en su conjunto puede ser exageradamente paternalista o, por el contrario, provocar un cierto abandonado del paciente, dejándole a merced de decisiones sumamente difíciles (abandono del paciente en sus derechos). Como cualquier desarrollo técnico, las KDEiOiGDGeV SUeWenGen DOcDn]DU eʾcDciD (en este caso clínica); sin embargo, incluso siendo útiles, éstas pueden ser éticamente ambiguas, es decir, se pueden emplear para bien o para mal Esto significa que las habilidades de comunicación que aplique un médico deben justificarse éticamente. Es así como el comunicar del médico se revela íntimamente conectado con la ética. Una forma de comprobar esta conexión es ver cuál es la justificación ética de las habilidades de comunicación. En la medida en que las habilidades estén apoyadas en valores, tendrán categoría de deberes, los cuales serán moralmente justificables en la medida en la que éstos sean cauce efectivo para plasmar esos valores. De ahí que haya que partir de valores profesionales sólidos, que representen, si no su totalidad, al menos una parte muy relevante de lo que es importante en la práctica médica. Son los valores que se abordan en los diferentes apartados de este libro,

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