Enfermar es humano

ENFERMAR ES HUMANO: CUANDO EL PACIENTE ES EL MÉDICO Cátedra de Profesionalismo y Ética Médica. Universidad de Zaragoza • Grupo de Investigación en Bioética de Aragón (GIBA)-IIS Aragón 84 Actitud de los colegas: sobre los residentes como colectivo: “hay un doble corporativismo, el corporativismo de médico y el corporativismo de compañeros residentes… de autoprotección entre ellos.” (GF2: 135 - 135) “incluso suplen lo que no está pudiendo hacer esa persona.” (GF2: 138 - 138) Esta opinión la comparten cinco de los participantes en dicho grupo focal; sin embargo, hay una opinión discrepante sobre este tema por parte del jefe de docencia de un gran hospital. Este comenta alguna experiencia negativa, de cómo otros residentes pueden llegar a agravar el problema de salud de un compañero y desear que no finalice la residencia. Se enuncia la hipótesis de que el compañerismo entre los MIR sea mayor en unidades pequeñas, mientras que en los grandes hospitales puede existir un clima de mayor competitividad. Esto puede condicionar la reacción de los colegas MIR cuando un residente se pone enfermo. Conflicto de rol del tutor: Por otra parte, los conflictos de roles también afectan a los tutores y jefes de estudios en el desempeño de sus funciones, puesto que son al mismo tiempo profesionales médicos y supervisores de la formación. En el grupo focal estos manifiestan que, cuando uno de sus residentes tiene problemas de salud, con frecuencia tienen dificultad para asumir exclusivamente el papel que les corresponde como responsable docente y no otros. Cinco de los seis participantes del grupo focal consideran que se han visto en al menos una de las situaciones siguientes. Los conflictos de rol que se describen son: Tutor-Médico: El tutor puede actuar como médico, solicitando pruebas, dando recomendaciones de tratamiento o acompañando al residente por circuitos de atención alternativos. Cuatro de los responsables docentes exponen este conflicto de rol y las potenciales desventajas, los otros dos no dan una opinión clara sobre este punto, quizá por tener un puesto en el que no se da con frecuencia esa circunstancia. “Yo creo que como somos todos médicos, que probablemente es un error, pues a lo mejor lo asumimos como yo tengo que dirigir y te tengo que tratar…” (GF2: 18 - 18) “Puede pasar eso… que nos volvamos cuidadores sin necesidad de serlo.” (GF2: 21 - 21) Tutor-Amigo: En ocasiones los tutores establecen una relación personal con sus residentes, actuando como amigo más que como responsable de la formación. Consideran que una relación cordial y cercana puede servir de apoyo al residente, pero en algunas ocasiones puede dificultar otras funciones del tutor, como la toma de decisiones sobre su formación o la realización de evaluaciones negativas si procede. Tres de los participantes del grupo parecen opinar que este doble rol puede traer consecuencias negativas, mientras que una lo señala como algo positivo. Los otros dos participantes no opinaron sobre esta cuestión en concreto. Adaptación del puesto de trabajo de un MIR por problemas de salud: La percepción de estos sobre las posibilidades de adaptación cuando un MIR se reincorpora de un proceso de enfermedad es algo distinta a la de los residentes, considerando los tutores que lo habitual es dar facilidades a quienes padecen alguna enfermedad y adaptar en lo posible la actividad laboral y formativa. Son conscientes de que existe variabilidad entre centros y profesionales, pero la atribuyen a las decisiones del propio residente. “Unos prefieren recuperar los cinco meses de formación perdidos. Otros prefieren no recuperarlo. Hemos tenido de todo, no hay criterio uniforme.” (GF2: 38 - 38) Parece que pueden existir impedimentos a la hora de hacer una adaptación. Dos de los participantes nombran la pérdida económica como una barrera a la hora de suspender o reducir las guardias de un residente. Una de las participantes también explica que a veces esa adaptación puede ser un motivo de preocupación para el residente porque provoca que se haga pública su enfermedad o su limitación, es decir, da visibilidad a un problema de salud que quizá quería mantener en secreto. “El residente es resistente por el tema económico… quiere hacer las guardias, pues a lo mejor le tienes que prolongar la residencia…” (GF2: 52 - 52) “El no hacer las guardias es una manera de que se entere todo el mundo que está enfermo… incluidos los jefes de servicio…” (GF2: 25 - 25) Esa misma jefa de estudios señala que otra dificultad viene dada por la rigidez de los programas formativos, que en ocasiones puede complicar la adaptación que un MIR necesitaría. “Luego el programa formativo es un corsé… que si no haces guardias… pues está la parte formativa… que, si no las haces, no apruebas la residencia.” (GF2: 25 - 25) Los tutores y jefes de estudios nombraron el papel de los SPRL en los casos en que se requiere una adaptación del plan de formación por motivos de salud. En esos casos es necesaria una valoración por parte de los médicos de dicho Servicio y un informe donde reflejen si recomiendan o no algún tipo de adaptación. En general

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