ENFERMAR ES HUMANO: CUANDO EL PACIENTE ES EL MÉDICO Cátedra de Profesionalismo y Ética Médica. Universidad de Zaragoza • Grupo de Investigación en Bioética de Aragón (GIBA)-IIS Aragón 83 En el caso de las patologías psiquiátricas graves puede generarse un conflicto entre las necesidades del residente enfermo y la seguridad del paciente. Los tutores comentan lo complicado que les resulta encontrar el equilibrio entre apoyar y favorecer la recuperación del residente, que a veces pasa por la reincorporación laboral, e impedir que ejerza como médico alguien que no está en condiciones para ello y que podría suponer un riesgo para sus pacientes. “El psiquiatra decía, lo mejor para él es trabajar… yo lo entiendo, ¿pero lo mejor para los pacientes? ¿Qué prima ahí, la recuperación del residente o lo que puede pasar con los pacientes… el impacto en los pacientes?” (GF2: 35 - 35) Importancia del tamaño del centro: Por otra parte, la percepción de los jefes docentes sobre la problemática de salud de los MIR varía en función del tamaño del hospital y del número de residentes que compongan la unidad o comisión de docencia. Quienes trabajan en hospitales con un gran número de residentes comentan que disponen de poca información sobre los MIR enfermos, al llegar hasta ellos únicamente los casos de enfermedad grave, que requieren adaptación del plan de residencia o toma de decisiones sobre la continuidad de la misma. Sin embargo, los tutores o jefes de unidades de pequeño tamaño suelen tener un mayor conocimiento sobre sus residentes y son conocedores de cualquier problema de salud que suponga una baja laboral, habitualmente siendo el propio residente quien les comunica el diagnóstico y la evolución de su proceso. También consideran que en las unidades pequeñas se establece una relación más cercana con el residente, de forma que este comparte con ellos no solo sus problemas de salud sino también problemas de índole personal. El presidente de la comisión de docencia de un hospital grande comenta: “Estáis contando de unidades más pequeñas casos muy llamativos, que yo sospecho que hay una falta de información y que las cosas no trascienden en un hospital grande.” (GF2: 118 - 118) Autotratamiento: En el grupo focal con tutores de residentes aparece como motivo de preocupación el consumo de benzodiacepinas entre los MIR, que se automedican para recuperar el sueño tras las guardias o para disminuir la ansiedad previa a estas. “Sale de guardia, no duermo, me tomo el Orfidal, ya dormiré. El consumo de benzodiacepinas, los Orfidales en los residentes es algo que no lo sabemos, es puntual, pero es tremendo, van a la guardia la víspera por la noche, me enteré el otro día que tenía 2 o 3 que se toman un Orfidal para ir a la guardia del miedo que tienen…” (GF2: 126 - 126) Sobrecarga de trabajo: la cuestión de la sobrecarga de trabajo a los colegas si se coge la baja médica de manera espontánea al nombrarlo uno de los participantes y genera intenso debate. “Un residente se pone enfermo, ¿eso qué supone? Supone una sobrecarga para el resto de los compañeros al tema de las guardias, para cubrir puestos…” (GF2: 78 - 78) “Y cuando alguien se pone malo poco menos que lo miran mal, pero no porque esté malo sino por la sobrecarga de guardias que hay”. (GF2: 100 - 100) Una tutora y una jefa de estudios del mismo hospital explican que, ante el problema de la sobrecarga de guardias para otros residentes en urgencias debido a la ausencia por enfermedad de uno, han elaborado un protocolo por el que solo se cubre mediante la lista de incidencias el primer día, mientras que en los siguientes días el puesto queda sin cubrir y la guardia se desarrolla con un residente menos. Los miembros de comisiones y unidades docentes de hospitales grandes, sin embargo, están de acuerdo en que eso sería lo ideal, pero lo consideran inviable en sus centros de trabajo, donde una parte importante del trabajo de las guardias recae sobre los médicos residentes. “Alguien se lo tendrá que replantear un día […] Porque la salud de un residente que esté de baja no puede repercutir en que el otro tenga que hacer más guardias y más guardias y se sientan culpables por una cosa o por otra.” (GF2: 95 - 95) “Eso sería lo ideal y es lo que, en teoría, en teoría, en las instrucciones es lo que debería de ser, el servicio de urgencias tendría que funcionar como si no hubiera residentes […] Eso actualmente es inviable.” (GF2: 85 - 85) Presentismo: En el grupo focal no se habla explícitamente sobre presentismo, pero sí se apuntan posibles causas de que los MIR eviten coger la baja laboral o dejar de hacer parte de su trabajo, por ejemplo, las guardias. Entre esos motivos se nombra el tema económico y la falta de conciencia de enfermedad o el no querer reconocer la existencia de la misma ante su entorno laboral. “Te dicen es que sin guardias no llego… sin guardias no llego… […] un residente a veces no coge baja porque no le descuenten las guardias… eso también he tenido casos de… y te va a veces como pueden… sobre todo los residentes con niños pequeños que tengo.” (GF2: 170 - 170)
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