Enfermar es humano

ENFERMAR ES HUMANO: CUANDO EL PACIENTE ES EL MÉDICO Cátedra de Profesionalismo y Ética Médica. Universidad de Zaragoza • Grupo de Investigación en Bioética de Aragón (GIBA)-IIS Aragón 68 “Pienso que se debería actuar igual siendo médico que no siendo médico. Quiero decir, que no debería…a la persona a la que le das esa información no debería de importarle lo más mínimo. Quiero decir, eh…lo que me parece mal es el hecho de que…pues eso que se atienda a los compañeros en los huecos, en los pasillos…no sé si me entiendes, ¿no?” 21-011 La actitud del médico de médicos puede verse influida por la relación personal previa existente entre el médico y su colega, ahora paciente. Este conocimiento previo puede aumentar la tendencia a proporcionar un trato de mayor preferencia, pero a veces también se relaciona con una pérdida de objetividad. “Que van a tirar más de colegueo…mirar la agenda de teléfono y: “este que hizo conmigo la especialidad.” Si me han sacado azúcar le voy a preguntar a aquel tío tan majo que conocí cuando estuve trabajando en tal hospital y que resulta que era endocrino…Vamos a por una segunda opinión muy rápidamente, pero hacia quien sabemos que no nos va a poner pegas en dárnosla porque nos va a hacer un favor. Y un favor tampoco es una segunda opinión. Ahí entra ya también toda la subjetividad de la relación…” 21-009 “Cuando la búsqueda de los compañeros se hace por relación afectiva, yo creo que entonces sí que hay más dificultad para el médico que tiene…no para el enfermo sino para el médico que ha sido elegido.” 20-002 Un hecho diferencial de los médicos que enferman es la capacidad de poder elegir a sus propios médicos: “Normalmente los médicos escogen. Pueden escoger. Decir, “oye tú, mírate esto… ¿qué te parece?” ¿Entiendes? puede ser casualidad que me haya pasado por ahí…y he sido el primero que me he encontrado y te he preguntado…puede ser que te toque porque te toca y tal… ¿no? pero normalmente vienen más bien dirigidos.” 21-003 “Al día siguiente hablé con XXXX, el jefe de Urología, no fui al médico de cabecera ni fui al que era el urólogo de cupo, desde luego a mí no me mete el cuchillo cualquiera, esa es la ventaja de trabajar en Renfe o en Iberia ¿eh?, entonces a XXXX porque lo conocía y ¿qué hizo XXXX? pues atenderme de maravilla, como es él, un profesional como la copa de un pino.” 21-007 “Yo creo que normalmente el profesional médico cuando se pone en manos de otro médico es porque confía en él. Quizás tenemos más facilidad de elección…y eso pasa…en cualquier profesión, ¿no? Que es posiblemente ese posible privilegio ¿no? que tenemos.” 20-008 Esta categoría se ve estrechamente ligada a las características deseadas del médico de médicos que le hacen “especializarse” de forma extraoficial en tratar a otros colegas, puesto que acuden a él reiteradamente. (Esta categoría será más extensamente analizada en el Grupo Focal de Médicos de Médicos). “Yo creo que deberían tener una capacidad de empatía enorme, que falta bastante en general, sobre todo los especialistas, en determinados. Eh…y quizás no sé, una capaci…m… No te sabría decir muy bien qué tipo de características, pero quizás la más importante sea esa, ¿no? que fueran empáticos, que fueran capaz (…) de contarle todo y que no se queden solamente con la primera impresión sino que sean capaces de llegar más allá ¿no? ¡No se! que no se dejen engañar tampoco tan fácilmente, que vayan más allá de lo que les dice el paciente y… sí, por ahí iría yo, creo. Sobre todo, empatía y yo creo que con eso sería suficiente.” 21-011 “Tiene que ser el trato humano primero y profesional después que se le dé igual, exactamente igual que a otro paciente.” 20-004 No obstante, no se considera necesaria una formación específica para capacitar a los médicos para tratar a otros médicos: “No, yo creo que los médicos deben recibir una formación especial para tratar a todos los pacientes, específica para tratar a otros médicos yo creo que no hace falta.“ 20-004 Cuando un médico tiene que atender a otro médico, pueden surgir una serie de conflictos de roles para quien atiende, al no saber si tratarlo como un compañero, como un profesional médico o como un paciente más. Dirigirse al médico-paciente como un compañero puede favorecer una relación de confianza, pero también puede hacer olvidar que, en esa situación, se trata de alguien enfermo y puede necesitar el apoyo o las explicaciones que requeriría cualquier otro paciente, lo que conduce a categorías ya comentadas, por ejemplo, la información sobreentendida, “abandono” en la toma de decisiones en favor de la considerada “mayor autonomía” del médico, etc. “El médico que trata a otro médico, entiende que su paciente en este caso, eh, es más capaz de comprender la enfermedad y por lo tanto de participar en la toma de decisiones. Y por lo tanto si lo considera más capaz es más fácil que asuma las decisiones y respete su autonomía.” 20-008 Al contrario, si se trata al médico-paciente exactamente igual que a un paciente con otra profesión, este puede sentir que no recibe un trato personalizado y adaptado a sus capacidades y conocimientos.

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