Enfermar es humano

ENFERMAR ES HUMANO: CUANDO EL PACIENTE ES EL MÉDICO Cátedra de Profesionalismo y Ética Médica. Universidad de Zaragoza • Grupo de Investigación en Bioética de Aragón (GIBA)-IIS Aragón 18 Además, se observa que existen diferencias en las distintas etapas del proceso de enfermedad: diagnóstico, tratamiento y seguimiento, cada una de ellas con sus propias peculiaridades. Diferencias en el proceso diagnóstico: Cuando la patología debuta de forma brusca y requiere atención urgente, el camino seguido por los MIR es acudir a Urgencias. En los casos que no requieren una atención tan urgente, el diagnóstico no suele realizarse por las vías que seguiría un paciente no médico. Hay varias formas de llegar al diagnóstico cuando el paciente es un MIR en casos de situaciones no urgentes: • Consulta al médico de familia o al Servicio de prevención de riesgos laborales: la vía de acceso habitual al sistema sanitario en pacientes no médicos. Muy poco utilizada en los MIR. • Hallazgo casual por uno mismo o por parte de algún colega, que no podría darse en un paciente no médico por la ausencia de los conocimientos necesarios o por no tener relación estrecha con médicos de múltiples especialidades. • Autodiagnóstico: petición de pruebas complementarias realizada por el propio MIR paciente al padecer algún síntoma de enfermedad. • Consulta informal a un colega, habitualmente otro residente. De los diez MIR entrevistados, seis acudieron directamente a Urgencias al tratarse de un cuadro grave que requería atención urgente, aunque uno de ellos ya había sido derivado a consultas especializadas a través de unos compañeros que valoraron su caso; otro había solicitado antes por su cuenta una prueba diagnóstica; otro solicitó sus propias pruebas al encontrarse realizando una guardia en Urgencias. El resto contactaron con algún colega, conocido personalmente o no, y le plantearon su sintomatología. A partir de ahí accedieron a pruebas diagnósticas o a consultas con médicos especialistas en función de los síntomas o de la sospecha diagnóstica. “En una comida de hospital le comenté al neurólogo oye sabes que tengo estos síntomas así, así y así, como… como una consulta de pasillo” (11-007: 27 - 27) “Entré a la urgencia, de la urgencia me fui… Coincidió que el que me tenía que ver hacía una consulta por las tardes y estaba esa tarde. Le habían dejado mi historia en la mesa, además, que me acuerdo que… Dije “soy… que me han dejado la historia ahí”” (11-002: 15 - 15) “La diferencia es lo que te comentaba, que tienes acceso a ciertas cosas que personas de la calle no tienen. Claro, yo tuve acceso a hacerme una analítica cuando lo creí oportuno, yo tuve acceso a acercarme a un médico…” (11-003: 6 - 6) Solo uno de los MIR entrevistados (residente de primer año) acudió en primer lugar a su médico de familia ante la aparición de su problema de salud. Sin embargo, no fue su médico quien realizó el diagnóstico definitivo ya que, ante la persistencia de los síntomas, acabó siendo valorado por la adjunta con la que rotaba, que solicitó más pruebas complementarias y le acompañó a visitar a un especialista, llegándose finalmente al diagnóstico por esa vía alternativa. Por lo tanto, solo en tres de los residentes entrevistados el camino seguido hasta el diagnóstico fue similar al que hubiera tenido un paciente convencional. En el momento del diagnóstico, la mayoría de los MIR recibieron una atención estrecha por parte de diversos compañeros de profesión, siendo atendidos de manera frecuente y realizándose el proceso diagnóstico con gran rapidez. En muchos casos se realizó todo el estudio en un solo día y se llegó al diagnóstico definitivo. Los residentes opinan que el proceso diagnóstico se aceleró por el hecho de ser médicos, señalando esa rapidez y la accesibilidad como dos de las principales diferencias respecto a los pacientes convencionales. “El beneficio es que tienes acceso a todo mucho más cercano, ya no solamente porque te puedas pedir tú las pruebas sino porque yo puedo ir mañana si tengo cualquier problema y preguntarte a ti directamente sin ir a mi médico de cabecera, esperar, que me haga la interconsulta…” (11-006: 125 - 125) “Tuve que valerme obviamente del hecho de ser médico para canalizar un poco el… digamos la atención inmediata del servicio de traumatología” (11-007: 7 - 7) “No sé si siendo un paciente común, si yo hubiera sabido como paciente acceder a las vías necesarias para resolver el problema relativamente pronto” (11-007: 75 - 75) Solo en uno de los casos, el residente considera que su diagnóstico pudo demorarse, no la atención inicial, que se llevó a cabo con rapidez, sino la búsqueda del diagnóstico etiológico definitivo, por no querer afrontar la posibilidad de las opciones más graves. Diferencias en el proceso de tratamiento: En la etapa del tratamiento es donde menos diferencias se aprecian respecto a la población general, según relatan los MIR entrevistados. Una vez se alcanza el diagnóstico, las recomendaciones de tratamiento no suelen variar respecto a las que se darían a un paciente no médico, aunque sí puedan observarse diferencias en el trato.

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