ENFERMAR ES HUMANO: CUANDO EL PACIENTE ES EL MÉDICO Cátedra de Profesionalismo y Ética Médica. Universidad de Zaragoza • Grupo de Investigación en Bioética de Aragón (GIBA)-IIS Aragón 149 En relación con la atención que reciben los médicos jubilados, el 85,24% (83,21% de hombres y 86,78% de mujeres) considera que la atención a los médicos jubilados es adecuada y el 14,76% (16,79% de hombres y 13,22% de mujeres) la considera deficiente. Sin embargo, conforme avanzamos en edad, observamos que cada vez hay más médicos descontentos. En los MIR refieren que no es buena el 6,94%, en los activos el 14,05% y en los jubilados el 25,67%. Numerosos profesionales han compartido como sugerencia en la encuesta la posibilidad de promover un programa de voluntariado por parte de médicos ya jubilados, para el acompañamiento y la gestión de las citas de médicos enfermos. Además, consideran importante conocer a su médico de familia, de tal forma, que se convierta en su facilitador en el viaje por el sistema de salud cuando enfermen. Se propone una implicación más activa de los colegios oficiales de médicos en la atención a los médicos jubilados, haciendo un acompañamiento de su transición hacia la jubilación mediante programas cooperativos y estudios que permitan generar conocimiento para mejorar la atención a estos colegiados que han dedicado toda su vida al cuidado de los demás. En cuanto a mantener la capacidad de prescribir más allá de la jubilación, el 23,89% de los MIR (29,90% de hombres y 21,67% de mujeres), el 42,80% de los activos (49,57% de hombres y 38,16% de mujeres) y el 78,26% de los jubilados (80,45% de hombres y 72,31% de mujeres) considera que se debe mantener de por vida. Sin embargo, la mayoría de los MIR (53,33%: 51,55% de hombres y 53,99% de mujeres), el 40,84% de los activos (36,58% de hombres y 43,75% de mujeres) y el 19,05% de los jubilados (16,43% de hombres y 26,15% de mujeres) considerar que deberían renunciar tras varios años sin ejercicio. Es un tema para reflexionar y considerar una evaluación periódica, con información actualizada, sobre todo cuando el profesional lleva sin ejercicio profesional más de 5 años. Médicos de médicos (MdM): Los MdM resumen las recomendaciones para el manejo del MA en una sola frase: “Dar un trato deferente, pero no diferente.” El 41,30% de los médicos que han sido pacientes sienten que ha recibido el mismo trato que el resto de los pacientes y que su condición de médico no ha influido en su atención. El resto opina que el hecho de ser médico ha modificado el trato recibido, tanto de una manera beneficiosa, el 48,58%, como perjudicial, el 10,12%. Observamos que en quienes sí que han visto condicionada su atención médica por el hecho de ser médico, es significativamente mayor el porcentaje de mujeres que se han sentido perjudicadas (12,12% de mujeres frente a 7,48% de hombres). La gran mayoría (60,82%), tanto de hombres (62,22%) como de mujeres (59,76%), prefieren que el médico se identifique como tal a ser atendido por un compañero. Y esta actitud aumenta conforme aumentamos en edad. Esta es la opción elegida por el 42,78% de los MIR (40,21% de hombres y 43,73% de mujeres), el 61,59% de los activos (61,65% de hombres y 61,55% de mujeres) y el 68,74% de los jubilados (70,54% de hombres y 63,85% de mujeres). Por otro lado, la mayoría de los médicos (59,01%) tratarían a sus colegas como lo hacen con cualquier otro paciente. Conforme se aumenta en edad y en experiencia, los médicos se van sintiendo más cómodos atendiendo a colegas. Sin embargo, el 17,83% de los médicos (14,96% de hombres y 20,00% de mujeres) se sentiría incomodo al tratar un colega, por no saber cuánta información es conveniente dar y como si estuviera haciendo un examen. Estas situaciones son más frecuentes en mujeres que en hombres, y en los más jóvenes, habiendo diferencias estadísticamente significativas en los MIR y en activos. No obstante, el 84,04% de los médicos (90,04% de hombres y 79,88% de mujeres) se siente preparados para atender a un colega enfermo frente al 15,74% (9,96% de hombres y 20,12% de mujeres) que se siente poco preparados. En todos los casos, los hombres se sienten más preparados, habiendo diferencia estadísticamente significativa entre géneros en todos los grupos excepto en los MIR. A pesar de sentirse preparados, el 73,26% de los médicos está de acuerdo con que los médicos deberían ser tratados por médicos formados para tal misión. No hay diferencias en cuanto edad ni género. La mayoría de los médicos, el 90,44% considera que debería haber una unidad especializada para médicos con problemas de salud que comprometan el ejercicio profesional (88,86% de hombres y 91,63% de mujeres). En general, esta opinión es más frecuente en mujeres, habiendo diferencia estadísticamente. La actuación de los médicos que advierten que un colega tiene algún problema de salud que puede afectar en su ejercicio profesional es significativamente distinta dependiendo de si es hombre o mujer. De manera global, el 57,47% de los médicos tendrían dudas sobre cómo actuar, siendo la opción más elegida por las mujeres (65,22%) frente a los hombres (47,26%). Y el 41,23% se lo dirían directamente al compañero (41,23%:51,78% de hombres y 33,22% de mujeres). No obstante, la mayoría de los médicos, el 88,12% (87,08% de hombres y 88,90% de mujeres) opina que es un superior quien tiene que abordar los problemas de salud de los colegas. Además del PAIME (Programa de Atención Integral al Médico Enfermo) para salud mental, algunos proponen la creación de unidades dentro del propio Sistema de Salud que atiendan a los profesionales médicos de manera confidencial, como, por ejemplo, una consulta monográfica de atención al médico enfermo o una lista de diferentes especialistas a los que acudir si fuera necesario.
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